Ha llovido mucho desde que mi amiga Erein me hiciera esta entrevista. Leo algunas respuestas, sobre todo las que se refieren a actores, que hago un largo “pffffff, ¡qué chorrada!”. Corría el año 2010 y por aquel entonces acababa de terminar la primera parte: Crónicas de Eos: Valkiria, aunque tampoco se titulaba así.
Otro día os hablaré de lo que vino después, de lo que implica hacer una propuesta editorial, llamar a puertas y que no te contesten... pero eso da para una entrada larga y la verdad es que no explicaría nada nuevo.
A las Crónicas le salió su continuación, Fractura, donde aparecen nuevos personajes, unos ganan peso, otros desaparecen y la trama principal va tomando cada vez más peso. La tercera parte, Sacrificios, está en un pequeño stand by mientras decido el destino de sus hermanos mayores y de los pequeños engendros posteriores.
Y es que después de las Crónicas llegó Perfecto, una novela corta y autoconclusiva donde muestro otra pequeña parte del universo de Eos. Y a ese Perfecto le siguió Cuando Nada Importa, una nueva serie de relatos entrelazados, con nuevos personajes y personajes que reconoceremos, en una trama argumental completamente nueva y donde la parte romántica va ganando más peso.
¿Romántica? ¿Yo? Sinceramente, puede que nunca llegue a ver la luz pero me lo paso como un niño con juguetes nuevos escribiendo romántica. Además, con un punto extra que lo hace más difícil aún, como si fuera un reto. Sin duda, lo que escribo lo leeré yo y cuatro gatos pero... ¿y lo bien que me lo paso escribiéndolo?
Os dejo el “remember when...” de la entrevista, si me volvieran a preguntar, creo que cambiaría la mitad de las respuestas.
Por Erein 24/09/2010
Crónicas de Eos
Entrevista a Diana Muñiz, autora de las "Crónicas de Eos", una estupenda novela de space opera que hará las delicias de muchos.
E: Buenos días Diana. Lo primero que me gustaría preguntarte es ¿por qué una Space Opera?
D: Hola, Er.
¿Y por qué no? Es un género que me encanta desde siempre y con el que me siento bastante cómoda. He leído bastante ciencia ficción y mucha fantasía, y de alguna forma, la Space Opera agrupa lo mejor de ambas. Normalmente, cuando se habla de Space Opera se utiliza cierto tono despectivo, sobre todo desde el ámbito de los lectores de ciencia ficción “dura”. A mí me gusta introducir algún concepto científico (como los receptores Wernicke o los trebuxiodes simbióticos), pero siempre para ayudar a la historia: para mí, la ciencia es una herramienta, no un fin.
E: Hay gente que la considera un “subgénero” más cercano a la fantasía que a la ciencia ficción. ¿Qué opinas sobre ello?
D: En vez de crear el continente tal, invento el sistema cual, y en vez de países tengo planetas… Supongo que por una parte sí, tiene más de fantasía que de ciencia ficción pero por otro lado… por mucho que se intente separar, la ciencia ficción no existe ergo es fantasía. Ahora bien, si ponemos a la ciencia real y al conocimiento científico en la balanza entonces, dependiendo de su grado de implicación, tienes los diferentes subgéneros de la Ci-fi. Y habría que juzgar cada caso concreto por separado. Por ejemplo: John Carter de Marte sería fantasía mientras que la saga Vorkosigan de McMaster-Bujold estaría dentro de Ciencia Ficción, y ambas, serían Space Opera.
E: Ahora, centrándonos en tu novela, me gustaría que comentases un poco de dónde salió la idea de escribir varios relatos ambientados en el mismo mundo. ¿Fue algo premeditado?
D: Sobre si fue premeditado fue sí y no a la vez. En un proyecto con unos amigos se barajaron diferentes temas para escribir unos relatos. Al principio, se había barajado la posibilidad de “El Extraño” y yo me empecé a imaginar la historia en la cabeza pero luego se cambió el tema y yo adapté una historia a mis personajes. Y al final ha sido una especie de reto personal: dame un tema y lo meteré en la trama. Lo que quieras: bosque, peste, escenas de toalla, objetos malditos…
E: ¿Cuándo te diste cuenta de que existía tal continuidad en esos relatos, que perfectamente podría hacerse una novela? ¿O no lo pensaste?
D: Creo que todavía no pienso en ello como novela. De alguna forma me recuerda más a una serie de televisión: cada episodio tiene sentido por sí mismo pero hay un arco argumental de fondo que cierra una temporada o más. Y la trama de fondo está desde el principio, han sido los capítulos los que han ido apareciendo con la sucesión de “retos”. Eso sí, he visto que tengo que hacerlos sucesivos porque sin premeditarlo, siempre vienen lastrados por algo que pasó en episodios anteriores (“Previously in Chronicles of Eos”).
E: Vamos, que no serían como los capítulos autoconclusivos de muchas series de televisión ¿no?
D: No son exactamente autoconclusivos porque no puede coger uno suelto y pretender saber quiénes son todos los personajes y de qué va la historia, pero si lo son en el sentido de que cada capítulo pasa algo y se resuelve ese algo aunque las consecuencias puedan perdurar a lo largo de los otros capítulos. Por ejemplo: si alguien se rompe un brazo en un capítulo, en el siguiente estará roto o le acabarán de quitar la escayola.
E: ¿Esta es la primera novela que terminas? ¿Cómo te sientes?
D: Sí, pero ya he dicho que es una novela un poco tramposa porque no tiene la estructura clásica de novela. Pero me siento… bien. Ya independientemente de que llegue a publicarse o guste o no, he acabado algo y eso siempre había sido mi pequeña maldición. Tengo una carpeta del ordenador llena con novelas comenzadas que esperan ver la luz algún día.
E: ¿Cuál fue el capítulo más sencillo de escribir para ti y por qué?
D: Esta pregunta es difícil… Quizás “Cuando el Mar se tragó la Luna”, porque es uno de los pocos capítulos en los que la trama está centrada en el hilo principal y ya sabía exactamente cómo hacerlo casi desde el principio.
E: ¿Y el más duro o difícil?
D: Puede que los dos últimos. En el primero porque hay una escena en la que lo pasé muy mal escribiéndola, y el último porque tenían que pasar cosas muy importantes a muchos personajes y me daba miedo el no saber hacerlo lo suficientemente bien. Durante todos los capítulos te vas preparando para el final y cuando éste llega no puedes permitirte decepcionar.
E: ¿Y tú has quedado contenta con esos dos capítulos y en definitiva con ese final?
D: Creo que nunca se está completamente satisfecho y si lo cojo, seguro que le retoco algo, pero creo que sí, que a grandes rasgos he conseguido más o menos lo que pretendía. Pero eso que lo digan los lectores, ¿no?
E: Aunque tengas amor de madre ¿cuál es tu personaje favorito?
D: Esta pregunta se las trae porque me gustan todos por cosas muy diferentes. Así que limitando la pregunta a la tripulación de la Valkiria, diría que Julio es el personaje del que estoy más satisfecha.
E: Y seguro que hay alguno que te caiga mal ¿De quién se trata?
D: Podría decir Gene, pero sería una respuesta fácil. Todos los personajes tienen sus defectillos, pero si nos referimos exclusivamente a la Valkiria, quizás Oma sea la que menos gracia me hace (y con eso no quiero decir que me caiga mal).
E: ¿En qué medida tus estudios y profesión te han influido a la hora de escribir esta serie?
D: Creo que bastante. Mis compañeros de trabajo se rieron bastante con lo de los trebouxioides simbiontes porque estoy haciendo un doctorado en líquenes (que como todos sabéis, es la simbiosis de un hongo y un alga) y supongo que para no meter mucho la pata si doy algún dato médico. Y me encanta todo lo relacionado con la genética, variedades, evolución dirigida…
E: ¿Podrías citar algún referente (algún escritor o incluso cineasta) que haya influido en tu forma de escribir o en el tipo de historias que escribes?
D: No lo sé. Creo que los antecedentes habría que buscarlos más en la televisión en series como Farscape (aunque mi hermana dice que le recuerda a Futurama). Aunque quizás McMaster-Bujold me haya influido mucho en su tipo de historias, capaz de mezclar combates espaciales y bailes de gala en la corte feudal. Y en cuanto al estilo, no sé, no creo que tenga uno muy marcado. Veo la película en la cabeza e intento explicarla bien, nada más.
E: Dinos… Si algún día se hiciese una serie de televisión ¿Quién te gustaría que la dirigiera? (vale soñar despierta) ¿Y quiénes serían los actores que podrían encarnar a los tripulantes de la Valkiria? (de nuevo, vale soñar)
D: Puffff. Algunas veces, cuando escribo los relatos tengo en la cabeza actores y entonces me es más fácil describir al personaje. Pero en este caso, quizás por los colores me era más difícil. Si empezamos por lo fácil: Riordan podría ser Taylor Kitsch (sencillamente porque es guapo y tiene esa cara de bicho que creo que encaja con el personaje pero vamos, no creo que sea muy difícil encontrar a alguien). Como Tesla me gusta mucho la chiquita que me sugeriste, Ana de Armas, porque es guapa pero tiene cara de niña. Como Guille… cualquier chaval con cara simpática (¿Nick Jonas?), como Marcos… no recuerdo el nombre pero el que hace de Robert Baratheon en Game of Thrones. Julio es complicado, pero puestos a decir nombres: Tom Cruise. Y Oma, no sé, sea quién sea se verá muy modificado por los de los ojos gigantes pero por ejemplo, Laura Dern (la de Parque Jurásico).
E: Una pregunta que me ronda por la cabeza… Gran parte de los protagonistas tienen nombres españoles, ¿por qué? ¿En algún momento te planteaste ponerles nombres ingleses?
D: Sí, me planteé ponerles nombres ingleses, pero dije que por qué: si sucedía en el espacio era un poco igual el país de dónde vinieran y por qué no España. Así que les puse los nombres de mi padre y sus hermanos y el apellido de mi suegra.
E: ¿Sigues algún patrón para seleccionar los nombres de los personajes de raza leónida? Porque está claro que son diferentes al resto.
D: Lo intento pero no sé si me sale. Son nombres del medievo francés, leyendas artúricas y cosas así. Con muchas R y G. Riordan era un personaje del videojuego al que estaba enganchada (como Alistair).
E: ¿Qué podrías decir a cualquiera que esté leyendo esto para que le picase la curiosidad de leer tu novela?
D: Que se lo pasará bien. Podría decir cosas profundas y eso pero la verdad es que lo único que pretendo es que el lector se lo pase casi tan bien como me lo he pasado yo escribiéndola. Probablemente su mundo seguirá igual después de haberla leído pero no sentirá que ha perdido el tiempo.
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